martes, 2 de mayo de 2023

Crónica de un BAFICI anunciado.

 El día primero de mayo del año 2023 me levanté temprano porque, aunque fuera feriado, tengo un examen el jueves siguiente. Terminé de hacer mi resumen, almorcé, me puse presentable y me dirigí al encuentro con mis amigos y compañeros de curso Francisco y Marco.

La idea era ir a la sede del BAFICI ubicada en el anfiteatro “Eva Perón” del Parque Centenario. Me tomé el subte, combiné con la línea B y me bajé en Angel Gallardo para luego caminar unas cuantas cuadras hasta el Parque. 

Estaba pendiente del celular para ver si alguien había llegado pero como no habían dicho nada fui hasta la puerta del anfiteatro, avisé por el grupo y me limité a esperar. Había gente entrando y saliendo del anfiteatro por lo que pensé que todo estaba en orden, entonces decidí esperar mientras ojeaba los libros que están a la venta en la feria cercana.

Logró llamarme la atención un libro sobre la historia de las culturas indígenas africanas subsaharianas y “La Historia de la Sexualidad” de Michel Foucault. Sin embargo, como no tenía dinero encima me limité a leer sus contratapas.

Mientras lo hacía mi celular vibró y Francisco avisó que estaba llegando desde dentro del parque. Miré en esa dirección, levanté el brazo al verlo para que se percatara de mi presencia y fui a su encuentro. Charlamos un poco de como nos estábamos preparando para el parcial y al poco tiempo llegó Marco, desde la dirección opuesta.

Les comenté a ambos, luego de saludarnos, que no parecía que hubiera mucho movimiento cultural pero aún así decidimos entrar a preguntar. Mientras nos dirigíamos a la puerta, una señora que trabajaba en el lugar estaba entrando, le hice un gesto para que me dejara la puerta abierta pero la cerró y nos dijo que no podíamos entrar porque no éramos empleados. A pesar de como suena, fue gentil.

Le dijimos que queríamos obtener información del BAFICI, nos hizo un ademán y fue a preguntarle a un señor que se encontraba a lo lejos. Luego de que ellos hablaran se acercó y el señor nos comentó que no sería posible ver ninguna función ya que el BAFICI había terminado el día anterior. Frente a esta desconcertante información y viendo que no podíamos disfrutar del evento o siquiera de la puesta en escena, nos despedimos del señor amablemente y nos fuimos a dar unas vueltas por el Parque.

Al ser feriado, estaba lleno de gente: hablamos sobre los efectos del café en nuestra vida diaria, sobre lo pedante que son los fundamentalistas del café, sobre Pulp Fiction y SuperBad, sobre la incógnita de si los panchos son o no son sandwiches que terminó derivando en la sanguchés de las empanadas, sobre cómo Marco y yo tenemos a muchos conocidos en común y sobre las mecánicas de “handicap” del FIFA.

Ya eran las cinco de la tarde. Luego de haber estado dando vueltas por dos horas, me acompañaron a la parada del colectivo porque tenía que ir a jugar un partido de fútbol. Me despedí de los chicos con un afectuoso apretón de manos y me subí al colectivo en dirección a la cancha.

Si bien no logramos acceder al BAFICI ni ver ninguna película, lo que me llevo es haber podido compartir ese tiempo con ellos y poder relajarme del estudio aunque sea un rato.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Gracias por el intento de un mundo mejor"

  En esta foto podemos ver a dos sujetos: el de la izquierda es visiblemente más viejo que el de la derecha, que a su vez se encuentra soste...