miércoles, 29 de marzo de 2023

La mar estaba tranquila (consigna de sueños)

Estaba el capitán Connor con lo poco que quedaba de su tripulación: un loro rojo que no paraba de cotorrear, una enorme provisión de ron y carne seca que lo haría aguantar al menos dos meses; más que suficiente si tenemos en cuenta que para llegar a Puerto Príncipe sólo le faltaban tres días siempre y cuando el viento siguiera en popa y no hubiera otra tormenta. 
 Y pensar que hace unas horas eran quince marineros curtidos por el viento y la sal… 

     -Mal clima -dijo unos instantes antes de que un tifón gigantesco se desatara y se llevara consigo la vela de proa y a su tripulación. 
 Connor sabía que sería difícil pero planeaba llevar la embarcación a buen puerto o perecer en el intento; el capitán se hunde con su nave. 
 Con una mano tomó el timón y con la otra una botella de ron. 
 Dos días de ardua navegación luego, a tan solo cincuenta leguas de Puerto Príncipe, nuestro capitán oyó una campanada. De pronto se hizo la noche y una espesa niebla envolvió el barco. Otra campanada. Sorprendido, Connor se quedó inmóvil, incapaz de pensar por el miedo que lo había envuelto como la niebla a la embarcación. 
 Se sucedieron ocho campanadas y una tras otra el capitán se sentía cada vez más absorbido por el miedo. Luego se oyó una voz, y otra voz, y más voces. Provenían de debajo del mascarón del barco. Logró reconocer en ellas a sus camaradas. Otra campanada. Sintiendo que era el momento de actuar, Connor se armó de valentía y se asomó por la baranda del barco. Sus compañeros lo llamaban. 
 Con la doceava campanada Connor decidió saltar del barco casi sin pensarlo. 
 Al día siguiente llegaría a Puerto Príncipe un barco con un loro rojo que no paraba de cotorrear, media botella de ron y carne seca como para aguantar al menos dos meses.

2 comentarios:

  1. Tu forma de escribir es atrapante, sabés crear tensión con unas pocas palabras y usás el vocabulario pertinente, lo que ayuda a envolver al lector en la historia. Además, te concentrás en la acción, no divagás mucho en detalles, así permitiendo mantener el ritmo del relato y que no parezca que frena innecesariamente.

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  2. Al leer la historia pude imaginar todo en mi cabeza, y creo que ese es algo importante a la hora de escribir, el poder llegar a la mente de otros y lograr que uno se haga el escenario de lo que está sucediendo durante el desarrollo del cuento. Muy buena narración y final, me encantó <3

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